lunes, 31 de mayo de 2010

La espiral

Son tres días siempre, pero son tres días del más puro existencialismo prestidigitador. Me pasa siempre después de darme cuenta de que moriré solo y que realmente me importa eso. Me pasa siempre después de un buen vodka y un buen paseo caraqueño y una buena caída. Y me pasa sobre todo cuando soy esta espiral de serpentinas y vómito, cuando soy blanco de la incertidumbre y de la levedad y de ser tan pesado como soy y caer tan fuerte como lo hago, y de ser quien soy en definitiva. Y cuando me pasa, me pasa, me bloqueo constantemente, dejo de pensar y soy puro cascarón, soy existencia pura.

Pero todas las espirales llevan a algún lado, y mientras caes lentamente dando vueltas y viendo todo una y otra vez, infinitamente repetido frente al mural de espejos, me doy cuenta de que yo no caigo hacia nada, sino que caigo constantemente en repetición, en el eterno-retorno-del-caer. Soy yo cayendo infinitamente, a veces consciente, a veces lejos de mí, pero soy yo cayendo, siempre, absolutamente siempre.

Y es doloroso enterarse de ser lunes, de siempre ser lunes por la mañana, ser picazón de bolas, ser vómito en el pantalón. Es siempre doloroso enterarse de ser el caído y el cayente y el caedor, y los que caen no caen conmigo y yo caigo siempre y ellos sólo son viajantes con destino. Y el leit motif es el caer, y suena redundante, pero cuando eres tú y no son ellos los del rapel invertido, los del paracaídas roto, los que ruedan por las escaleras, es más difícil no decirlo, quedarte cayado, pensar en sinónimos, antónimos, sinón...

Sé que parece no tener sentido y que lo único que esto hace es ser letras vacías es un espacio no-leído, pero acá estoy, es bueno escribir y desahogarse.

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1 murmullo(s) de mosca:

Yvonne Briones dijo...

Es como el animal que duerme sobre la superficie del agua, se duerme y va cayendo al fondo del mar, y se despierta del coñazo. Y entonces nada hasta la superficie, y se queda dormida, y así.
Es como casarse y divorciarse.
O tomar jugo natural y emborracharse.
O tener muchos amigos y estar siempre solo.